Las Bandas de Música en la Villa de Rota. 1783-1964.


Las Bandas de Música






Se definen a las Bandas de Música como un conjunto instrumental de orígen militar formado por instrumentos de viento y percusión.
Con esta definición se establece el orígen de las Bandas de Música en la Música Militar, toda vez que estas Bandas al acompañar a los ejércitos en sus campañas militares y por la propia composición de sus formaciones, es ideal para la interpretación de su música al aire libre.
El nombre de Banda se daba antiguamente no sólo al grupo de instrumentos de viento, sino también cuando intervenía la cuerda. Posteriormente, se ha dado el nombre de Bandas a las formaciones integradas por instrumentos de viento y percusión; y el nombre de orquestas, grupos de capilla, etc.., a aquellas formaciones en las que predominan los instrumentos de cuerda, aunque estos grupos también dispusieran de instrumentos de viento y percusión.
Las primeras referencias de Bandas de Música o grupos instrumentales de viento y percusión las encontramos en el Antiguo Testamento. Concretamente, en Libro de Números capítulo 10 dice textualmente “ El Señor habló a Moisés diciéndole: Hazte dos trompetas de plata batida a martillo que te sirvan para convocar la congregación” . Aquí tenemos evidencias de la utilización de trompetas para transmitir órdenes a grandes grupos de personas, estableciéndose un código al respecto.
En este mismo capítulo se dice, que Dios establece estas trompetas no sólo para toques de ordenanza sino también para que acompañen las fiestas, solemnidades y holocaustos.
Por otra parte en el capítulo 30 de este mismo Libro, ya refiere que estas trompetas acompañaban a las tropas al combate.
Finalmente en el Libro de Josué se dice que: .....los siete sacerdotes iban delante de los combatientes caminando y tocando, y después del ceremonial al séptimo día tocaron las trompetas y las murallas de Jericó se desplomaron.
Como puede observarse las referencias a la existencia de Agrupaciones musicales y su uso son múltiples.
Pero continuando la búsqueda de nuevos datos, no se debe pasar por alto, los restos arqueológicos en los que se encuentran representados los ejércitos precedidos de Bandas de Guerra, y que no ofrecen dudas de la utilización de estas agrupaciones por las antiguas civilizaciones Griegas, Mesopotámica, Egipcia o Griega, etc...
En España existen multitud de estos restos entre los que se encuentran los vasos ibéricos de Liria en el que se representa una danza guerrera con músicos tocando el shofar y la flauta recta. También existen vasijas y relieves, entre los que destaca el procedente de Osuna (Sevilla) en el que aparece un músico de la época ibérica con una tromba o tuba romana.
Visto lo anterior, el orígen de este tipo de formaciones musicales podemos situarlos, sin temor a errar, prácticamente desde que el hombre se organizó socialmente, siendo utilizadas como medio de comunicación, de expresión, en actos profanos y de culto a los dioses.
Con el perfeccionamiento de los instrumentos de viento, en especial del clarinete que sustituyó al oboe e inventado en 1690 por Johnn Denner, se amplía la familia de los instrumentos que integraban las bandas, con el consiguiente enriquecimiento de las mismas, debido al aumento de la extensión de sus sonidos y a la riqueza tímbrica de los mismos.
Continuando con un orden cronológico, se debe decir que en las legiones romanas marchaba un numeroso grupo instrumental delante de las tropas.
El rey Alejandro Magno utilizaba los instrumentos como medio de comunicación entre sus unidades militares, enviándoles órdenes hasta una distancia de dos kilómetros. Con ello aparecieron los toques militares y la utilización práctica de los instrumentos que integraban las Bandas.
En la Edad Media, tanto el ejército árabe como el cristiano poseían grupos instrumentales. En el año 711, cuando el caudillo Tarik invadió la península por el sur, ya le precedía a sus tropas un cuerpo de timbaleros. Por su parte el rey Fernando el Católico se hacía acompañar por una formación músico‑militar con sones de trompetas bastardas, atabales y atambores.
Como vemos, en ambos casos la composición de estas bandas son distintas. Una formada por instrumentos de percusión exclusivamente, y la otra ya contaba además con instrumentos de viento.
En el siglo XIII aparecieron grupos instrumentales de viento, utilizados en desfiles, procesiones, etc.. Estos grupos se organizaban en torno a las catedrales, y a su vez acompañaban con su música el culto de las mismas.
Fue a partir del siglo XVI cuando la infantería española integra entre sus filas a Bandas de Pífanos y Tambores.
Un siglo más tarde, en el XVII, se organizaron las primeras Bandas de Música Militares propiamente dichas. A ello contribuyeron fundamentalmente Luis XIV y Federico II el Grande.
El rey sol puso a Jean Baptiste Lully al frente de estas Bandas, para que las organizara y le encargó música especialmente compuesta para este tipo de formaciones.
Federico II el grande estableció en 1.763 la plantilla de las bandas por parejas de oboes, clarinetes, cornos, fagotes y tambores.
Según el músico francés Parés, en la época de Luis XIV la música militar comprendía trompetas, oboes, flautas, pífanos, tambores y timbales.
Finalizando el siglo XVIII, se introducen los instrumentos de percusión debido a la popularidad que fueron adquiriendo. Lo cual hizo que compositores como Beethoven escribieran música para este tipo de Bandas , como LAS RUINAS DE ATENAS.
En 1768 Carlos III manda recopilar los toques de guerra como consecuencia de las nuevas ordenanzas militares, por lo que quedan regulados y establecidos los toques de ordenanza para sus tropas, y que estaban escritos para clarinetes, pífanos y tambores.
Contado a modo de anécdota aunque no muy afortunada por cierto, hay que decir que Carlos III introduce una distinción para los miembros de las Bandas de Pífanos, Trompetas y Tambores en estas Ordenanzas Militares, en la que decía: “ Y la vil canalla, llevará una coca que les distinguirá de mis bravos soldados”.
Con el Arma de Caballería tuvieron su aparición las Bandas de Pífanos, Trompetas y Tambores. De este modo, el Arma de Caballería fue la precursora de la música militar.
En 1786 la plantilla de las Bandas de Música Militar francesa consistía en cuatro oboes, cuatro clarinetes, cuatro trompetas y cuatro fagotes. Fundando su primera escuela de música militar en 1790.
Con la revolución francesa se impulsaron estas agrupaciones, con ocasión de grandes celebraciones. Siendo los grupos que interpretaban esta música muy numeroso y con un repertorio ya propio. Los regimientos de Infan­tería de Napoleón contaban ya con una estructura en su plantilla, formada por un flautín, un requinto, dieciséis clarinetes, cuatro fagotes, dos serpentones, dos trom­petas, una trompeta baja, cuatro cornos, tres trombones, dos redoblantes, un bombo, un triángulo, dos pares de platillos y dos timbaleros. Por lo que podemos observar, es a partir de mediados del siglo XVIII cuando se establecen las Bandas de Música casi tal como las conocemos hoy día, salvando la incorporación de otros instrumentos, que fueron perfeccionados o construidos años más tarde, como fue el caso del saxofón y su familia, y de la evolución del clarinete que pasó de tener 13 llaves a adaptarse al sistema ideado por Bohëm.
En 1900, en París se celebra un congreso de historia y tecnología musicales. Se establecen dos tipos de Bandas: la «Musique de Harmonie», con una plantilla de 66 intérpretes, y las de «Fanfare» o charanga, con 49 plazas, esta última de escasa importancia artística.